Nuestras maletas estaban una vez más amontonadas en la acera; teníamos mucha carretera por delante. Pero no importaba.
La carretera, es la vida. (Jack Kerouac)

lunes, 27 de junio de 2011

Regreso a Egipto.

Volar otra vez al Cairo, fue como regresar otra vez a nuestro anterior viaje con nuestra huertanica, volver a un sitio conocido y esperado durante 5 meses, en donde inevitablemente no pudimos desconectar del todo de Egipto.

Teníamos muchas ganas de acabar ya en el Sudeste Asiático y regresar a Egipto, y ver que sucedía en nuestras mentes al volver al desierto una vez más.

La llegada a Luxor fue un shock en muchos aspectos, volver otra vez, a la desesperante picaresca árabe, al compañerismo, a la autenticidad a veces del todo ilógica, y más a menudo, mágica y entrañable del pueblo egipcio.

Cuando entramos a este país la otra vez, en enero, el choque no fue tan grande, después de haber pasado por Turquía, Siria, Jordania, Palestina, Irán…era un país musulmán más, con sus características y grandes diferencias, pero nuestros ojos estaban muy acostumbrados a esos paisajes humanos.

Ahora la situación cambió del todo, de Bangkok a Luxor es absolutamente todo distinto.

Llegamos al hotel donde nos alojamos la otra vez, se acordaban de nosotros por supuesto. Era como volver a un lugar muy conocido, entrañable, donde nos habían pasado cosas extraordinarias, donde la vida nos había enseñado por dentro lo que era una revolución, donde por un instante nos sentimos parte de la historia.

Llamamos a Mustáfa, que estaba en Cairo con María, quienes junto con Hatem, fueron quienes nos ayudaron a guardar el coche y salir de Luxor hace ya 5 meses. Estábamos deseando verlos pero el reencuentro tendría que esperar un poco más.

En Luxor, nos reencontramos con la huertanica, que seguía en el mismo lugar donde la dejamos esperando pacientemente. Parecía que se encontraba dentro del tesoro del Tutankamon en el garaje donde estaba, todo lleno de trastos antiguos y extraños y al fondo, nuestro cochuco…fue emocionante volver  a verlo, y antes de subirnos, lo acariciamos, y le dijimos, ya estamos aquí…no te preocupes…

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Al día siguiente le hicimos una pequeña reparación en una ventana que se nos rompió, y esos días fueron de tranquilidad y reflexión, preguntando a todo el mundo sobre la situación en Luxor, como están, que piensan, que pasó después de que nos fuimos…algún que otro percance con un timador, que se intentó aprovechar de nuestros buenos sentimientos, menudo follón en medio de la plaza principal…por supuesto recuperamos nuestro dinero.

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Nos fuimos a ver el Valle de los Reyes, que a pesar de los 43ºC, que había nos sobrecogió por su magia, su misticismo su majestuosidad, y entiendes en un segundo por qué la humanidad ha sentido esta fascinación por la cultura egipcia, milenaria y sugerente.

Apenas hay turismo en Egipto ahora, y tuvimos el privilegio de entrar a las tumbas solos, estar en la tumba de Ramses II, de Ramses IV, de Tutankamon…con el único silencio de tus pasos en los pasadizos es una experiencia impresionante e inolvidable, difícil de describir en pocas palabras. Nadie debería morirse sin conocer esta cultura, esta maravilla que la historia, caprichosa, ha querido que llegue hasta nuestros días.

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Y después de unos días en Luxor, nos fuimos hacia Alejandría, pasando por Hurghada y recorriendo la carretera oeste del mar rojo. Nos quedamos una noche cerca de Suez, no quisimos entrar a dormir otra vez en esta horrible ciudad.

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Y después de dos días de camino intenso, por la carretera agrícola de Cairo a Alejandría, llegamos a ver una vez más a nuestro Mare Nostrum…y entendimos por que los romanos lo llamaron así…cuando enfilamos la calle hacia abajo y vemos al fondo la bahía histórica, donde Cleopatra, Marco Antonio y Alejandro pasaron muchos de sus días…y en un segundo lo entendimos todo…hemos llegado al Mediterráneo, por fin estamos en casa, y la luz particular y familiar del reflejo del sol en sus aguas, hizo que brillara alguna que otra lágrima en nuestras mejillas…nos mirábamos, sonreíamos, parecía que ya estábamos en casa…una vez más, mientras mirábamos absortos el oscilar de las olas en el Malecón.

Y por fin nos encontramos con Mustáfa y María, que maravilla volverlos a ver y poder abrazarlos familiarmente como si los conociéramos de toda la vida, agradeciéndoles el gran favor y lo bien que se portaron con nosotros. Pasamos 3 días con ellos, poniéndonos al día de nuestras vidas y conociéndonos en un ambiente un poco más relajado que en los días de la revolución en Luxor.

Pudimos contemplar la tranquilidad y saber estar de Mustáfa, con ese andar, con esa clase que algunos egipcios de forma natural disponen y en donde sin mover un musculo notas su presencia, de hombre del desierto, de pueblo antiguo…de civilización milenaria.

María nos contó sus andanzas con la agencia de viaje que tiene, que desde aquí os queremos recomendar por que es una cosa totalmente diferente y alternativa al Corte Inglés o el típico viaje estresante organizado a Egipto en 8 días. Estos viajes si no te atreves a venir por tu cuenta a Egipto pero tampoco quieres venir en un viaje rollo, todo incluido, todo lo mismo, borrego total, que hace todo el mundo, es totalmente recomendable. Nosotros le hicimos caso en muchas de sus recomendaciones y podemos decir que es muchísimo mejor que la Lonely Planet sin dudarlo!.

Si lo queréis ver su web es:

http://viajeselmensajero.com

Y en la histórica Alejandría, nos pusimos a perdernos por sus calles, a recorrer su magnifico pasado y nos encantó.

Nos entretuvimos con las agencias marítimas de cargo, los precios, las condiciones…un rollo de cojones, que te hace ver otra parte de Egipto, la parte de los negocios y el funcionar de las empresas.

Decidiendo si era mejor embarcarlo aquí, tasas, exportación, aduanas, embarcar desde Haifa en Israel?, precio?..ufff que pesadilla pasar otra vez esa frontera no?…cuanto dice Hanna que cuesta el rol on..? y el contenedor?, per que cojones es eso de que igual tienen que desinfectar el coche..?por que cuando responden contestan sólo a una de las 6 preguntas que hiciste..?ahhrrggggggg!!!!!

EEyyy mira al mar, la luz, está atardeciendo, allí enfrente estaba el faro de Alejandría, el sol se pone, la gente pasea con paso tranquilo por el malecón…esta noche volvemos a cenar pescado…que lujo estar aquí…que vista tan espectacular desde el hotel Crillon donde nos quedamos, ves a lo lejos el castillo?, al otro lado de la bahía, cerca de la biblioteca fue donde Cleopatra se suicidó con la mordedura de la serpiente…por aquí debajo de nuestra ventana del hotel Crillon, se paseaban borrachos como cubas de orgia en orgia ella y Marco Antonio, hace más de dos mil años…justo enfrente de la mejor biblioteca del mundo antiguo, donde los egipcios 1600 años después la han vuelto a construir siendo una de las más hermosas del mundo.

Justo en los cafés donde transcurría la vida de los personajes de los libros del  cuarteto de Alejandría, que reflejo Lawrence Durrell, antes y durante la segunda guerra mundial.

Y como olvidar, aquí cerca, El Alamein… y la figura del impresionante general Rommel muy por encima de la de Montgomery donde vas a parar…,

Las fiestas del rey Faruq en su palacio, a mediados del siglo XX, en plena decadencia, el pueblo muriéndose de hambre y él en la opulencia mas miserable y sinvergüenza…así llegó la primera revolución de Egipto, y lo enviaron donde siempre tuvo que estar…en la puta mierda.

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Alejandría inmensa e intensa…

Alejandría, te queremos.

Es necesario que volvamos a Egipto, un año de estos.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por el reencuentro con el coche y con Egipto!! nos alegramo mucho, y nos da mucha envidia!! nos estan dando ganas de volver a casa via Alejandria!!

    A seguir asi de bien!! seguiremos enganchados a vuestras aventuras!!

    Os queremos!!

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  2. Madre mia... que aventura la vuestra... que ganitas de veros y que nos conteis todas las etapas y variantes del viaje o mejor dicho vida de un año.

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