Kuala Lumpur, de paso.

De Camboya, volamos a Kuala Lumpur, allí hemos estado unos días. Nos quedamos en el barrio chino, que es el más barato y el más sucio, posiblemente.

Pero la zona nueva, la que rodea al complejo de las torres Petronas, es bonita. Y a pesar del calor, es agradable pasear por el entorno gigante de rascacielos, llenos de ventanas, brillos, grandes logos globalizados, metales… y con tu cuello siempre doblado hacia arriba.

Las torres Petronas, antiguo edificio más alto del mundo, ahora ya tiene algunos más altos que él, son bonitas, estilizadas apuntan con sus dos antenas al cielo de una forma magistral, y combina el acero, el hormigón y el cristal de manera muy convincente, como podéis ver en las fotos. Sencillamente al complejo, sobre todo de noche, te lo quedas mirando embobado, haciendo fotos por horas.

Bajo las torres se encuentran cientos de tiendas en un centro comercial de lujo, Chanel, Dior, Prada, Versace y Cartier comparten edifico con Zara y Mango, nuestro aporte nacional a la globalización.

La capital de Malasia, a pesar de no tener más de 1,5 millones de habitantes está lleno de centros comerciales enormes, donde puedes comprar de todo.

Para desplazarte, cuentas con monorail, metro, buses y tiene una vida nocturna y diurna, intensa y muy animada.

De Kuala Lumpur, volamos a Manila, Filipinas.